Hoy veremos si las empresas fintech han cambiado o no las reglas del juego, haciendo más sencillo el acceso de las mujeres a los servicios y productos financieros específicos para ellas.
Una de las tareas pendientes del sistema financiero de México es fomentar un modelo de inclusión financiera para mujeres, ya que la brecha de género en el acceso y uso de productos y servicios financieros sigue siendo uno de los grandes retos.
Conforme con el Banco Mundial (2018), la inclusión financiera de las mujeres se refiere al acceso a productos y servicios financieros formales útiles y asequibles que satisfacen sus necesidades.
Uno de los grupos prioritarios en el país sobre el acceso y uso de los servicios financieros son las mujeres. Se consideran prioritarios, considerando sus condiciones de vulnerabilidad, marginación o rezago histórico en inclusión financiera (ENIF, 2021).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF, 2021), se presentó un avance notable entre 2018 y 2021 en la participación de las mujeres en cuentas y el crédito formal, mientras que en la contratación de seguros hubo una reducción.
No obstante, estos productos no están dirigidos exclusivamente a las necesidades de las mujeres mexicanas. Sin embargo, esto no resta la importancia que merece el acceso a los servicios financieros que contribuyen a la igualdad financiera.
Crear productos y servicios dirigidos al contexto de las mujeres mexicanas es esencial para reducir las brechas de género. Esto debe contemplar que las mujeres no cuentan con las mismas oportunidades sociales y económicas, enfrentando distintas barreras socioeconómicas.
¿Cuáles son los servicios financieros exclusivos para las mujeres?
En el 2022, se creó el Comité Interinstitucional para la Igualdad de Género en las Entidades Financieras (CIIGEF). En ese año, se publicó el Diagnóstico de la incorporación de la perspectiva de género en el quehacer de las entidades financieras en México, que muestra los resultados de cuestionarios aplicados a 215 entidades financieras y a 8 instituciones del Consejo Nacional de Inclusión Financiera (CONAIF).
¿Tienen las fintech productos y servicios específicos para mujeres?
Cuando hablamos de las empresas fintech, es imposible no pensar en tecnología, rapidez e inclusión financiera digital. Aunque no podemos perder de vista que la inclusión financiera no se trata únicamente de considerar en el ecosistema financiero a la población que antes no lo estaba, sino también de desarrollar productos adecuados que fomenten la igualdad de oportunidades.
En ese sentido, aunque las fintech han impulsado la inclusión financiera digital y los bancos han promovido la banca digital, la creación de productos financieros específicos para mujeres sigue estando en segundo plano.
Es prioritario mencionar que ninguno de ellos pertenece a alguna de las 773 fintech que hay en el país. En la actualidad, el mercado financiero mexicano cuenta con una baja oferta de productos y servicios destinados a atender las necesidades específicas de las mujeres. Se deja de lado que las mujeres en el 2022 representaban el 52% de la población total de México, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOEN).
Sin embargo, en el 2024, aún se habla de que las mujeres representan un mercado subatendido, con un enorme potencial para promover el desarrollo social y el aumento de ingresos para las instituciones del sector financiero.
Liderazgo femenino en México
El comportamiento financiero de las mujeres se caracteriza por tener una mayor propensión al ahorro y menores tasas de morosidad. Por el contrario, en temas de inversión, las mujeres tienden a invertir menos que los hombres. Esto muestra la enorme necesidad de seguir desarrollando herramientas y skills para el empoderamiento financiero.
La influencia de sus decisiones de compra en los hogares representa entre el 70% y el 80%; en temas de emprendimiento, pequeños negocios que son el motor económico del país, un 40% son liderados por mujeres. Estas características pueden ser una palanca para integrar a más mujeres al sistema financiero con una perspectiva de género, asegurando, por parte de las instituciones, el uso y conocimiento adecuado de los productos y servicios diseñados específicamente para este segmento.
En esta misma línea, es clave generar programas de educación financiera con perspectiva de género. Actualmente, el país cuenta con un solo programa con estas características: Proyecto Minerva. Lo lidera la Comisión Nacional para Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) y la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
No hay duda de que aún queda un largo camino por recorrer por parte de las empresas fintech y de las instituciones bancarias para el desarrollo de la igualdad oportunidades entre hombres y mujeres en el sistema financiero y lo que esto representa en las finanzas personales de las mujeres.
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