Ni apocalipsis zombi ni el chasquido de Thanos, el verdadero temor de los millennials ha sido enfrentarse a sus finanzas personales. ¿Cómo hacer un presupuesto, cómo controlar el gasto hormiga y cómo ir a las cafeterías más aesthetic sin perder el control de su dinero? No tendremos las gemas del infinito, pero sí una guía de millennial a millenial que te puede ayudar a poner tus finanzas en orden.
Quincena Spice Latte
Millennial que se respeta no confunde la falta de ganas con procafeinar, que es un reclamo legítimo de una taza café para iniciar el día. Vale, pero... ¿tiene que ser un café con leche de almendras, grano de temporada y jarabe de vainilla? Diversos estudios han mostrado la importancia que tiene el café de sucursal en la vida de los millennials e incluso de las generaciones más jóvenes.
De acuerdo con la Profeco, un café de franquicia puede costar alrededor de 60 pesos, pero sin considerar adicionales o cambios en la receta básica, por lo que el costo puede elevarse a 75 o incluso 90 pesos. De café en café, se va tu quincena. Ser adulto responsable implica reconsiderar tus gastos y valorar otras opciones más económicas. Lejos del estatus y la foto para tu insta, un café soluble o de grano para tu cafetera personal pueden ser alternativas mucho más amigables con tu cartera.
Gastos+, la plataforma del despilfarro
El gasto hormiga puede que ya esté llegando a su novena temporada y tú ni en cuenta. Desde la pandemia, los servicios de streaming han formado parte sustancial de la dieta de los mexicanos. De acuerdo con la Condusef, el 22 % de los mexicanos se suscribieron a cuatro plataformas de streaming en 2020 pagando una media mensual de 417 pesos.
El streaming abarca plataformas de video bajo demanda, videos en vivo, música y más. Al poco control del gasto en este tipo de servicios, se le suma la falta de organización de tiempo para aprovecharlos, por lo que tener tantas plataformas llega a ser un gasto desmedido e irreflexivo. Revisa qué suscripciones tienes activas y a cuáles realmente le dedicas tiempo. Si pudieron cancelar tu serie favorita, tú también puedes cancelar las suscripciones que no utilizas.
Gustos dementes
Desde el rebanador instantáneo de aguacates hasta el soporte de mini-TV para tu celular, los productos virales que ves en redes sociales pueden desbloquear nuevas necesidades, pero también poner en aprietos tus finanzas. Sí, se ven muy cool, pero antes de correr por el artilugio de moda, valora si en realidad lo necesitas. Si el tiempo de vida útil de cierto producto supera una moda, adquiérelo; por el contrario, si es un gusto muy pasajero y ya tienes algo en casa que cumple su función, piénsalo dos veces.
Modo gastalón activado
Hablando de videojuegos, siempre hay un nivel difícil. Pero hay mejores armas, vidas extra y hasta skins a la venta que te pueden ayudar, ¿verdad? Este tipo de compras integradas en juegos de consola o para el celular se les llama microtransacciones. Aunque “micro” suena inofensivo, en realidad pueden llegar a ser grandes gastos.
“Pagar para ganar” se ha vuelto una estrategia cuestionable para subir niveles o adquirir mejoras en poco tiempo. Claro que ayudan a avanzar, pero sacrificar la experiencia de juego por un logro instantáneo desvirtúa el propósito mismo de jugar; lejos de este dilema moral, las microtransacciones pueden ser una fuga de dinero recurrente en tu cartera digital. Recuerda que siempre puedes disfrutar el juego sin gastar de más.
Tu deuda está llegando
“Shi, shi, al carrito, que para eso trabajo”. Quizá te ha ganado el impulso de comprar en línea por una oferta de tiempo limitado o porque viste eso que no sabías que necesitabas, pero que ya no puedes vivir sin él. La euforia que detona una oferta de este tipo puede llevarte a comprar impulsivamente. Traslada las mismas medidas que te tomas en una tienda física para decidir una compra al mundo digital. También revisa reseñas y opiniones de otros clientes para anticipar si el producto cumplirá tus expectativas.
Ahora sí, que tus finanzas hablen bien de ti.
