¿Qué es la cuesta de enero? Para los comerciantes y vendedores, la época de ajustar precios por la inflación. Para otros, me incluyo, un mes lleno de retos para administrarse y que la cuesta no cueste tanto.
Después de los buenos ratos de diciembre, muchos mexicanos sienten que el dinero se va y no lo encuentran por más que buscan en sus pantalones y cuentas. Los responsables de que esa lanita se vaya son nuestros hábitos de consumo, tradiciones, compromisos sociales y hasta la inflación.
La cuesta de enero es la “cruda” de diciembre
La cuesta de enero es como si te diera cruda por todo lo que compraste en diciembre y el dolor de cabeza se siente al tratar de cubrir los gastos de todo lo que disfrutaste en las fiestas decembrinas.
La cuesta no es solo algo económico, sino un fenómeno social y emocional. Como sabes, en diciembre es la época del aguinaldo y ese dinerito extra que cae viene acompañado de tentaciones y compromisos: intercambios, cenas, compromisos familiares y “ofertones” de navidad.
Recibir un varo extra más la euforia y felicidad de las fechas nos incitan a gastar de más. Esto lo resentimos hasta enero, pues el dinero extra se fue y solo quedan las deudas.
¿Por qué ocurre cada año?
Vivimos la cuesta porque solemos repetir un mismo patrón. Diciembre tras diciembre nos dejamos llevar por nuestras emociones y ganas de pasarla bien con amigos y familia.
Además, muchas empresas pagan la quincena de fin de año por adelantado, entonces eso hace que enero se sienta más laaargo cuando hablamos de tener lana.
Y a eso se suman los gastos de inicios de año: los reyes si tienes hijos, ahijados o sobrinos; la verificación y el seguro si tienes auto; el pago anual de predial y agua si tienes casa propia.
Nuestros actos contribuyen a que el dinero rinda menos a principios de año. Porque la cuesta empieza desde los gastos diciembre; y en enero, si no nos controlamos, andaremos por una cuesta muy empinada.

¿Cuánto dura la cuesta de enero?
La cuesta de enero suele sentirse con más fuerza durante las primeras dos o tres semanas del mes, que es cuando el presupuesto se ajusta después de los gastos decembrinos y los cobros de inicio de año se acumulan.
Puede extenderse hasta finales de enero o principios de febrero cuando hay pagos pendientes como compras a meses o ingresos que llegaron antes de tiempo. Esto deja un espacio más largo sin recibir lana constante y sonante.
En términos prácticos, la cuesta dura el tiempo que tardamos en recuperar liquidez y reorganizar nuestro presupuesto. Ni más, ni menos.
¿Cómo estar preparados para la cuesta de enero?
La buena noticia es que podemos prevenir y aligerar la cuesta de enero. Con hábitos financieros sencillos y realistas es posible administrarse mejor.
Planea tus gastos decembrinos con anticipación
Antes de que lleguen todos los merequetengues del Guadalupe-Reyes, haz un presupuesto honesto y real de lo que puedes gastar en regalos, cenas y salidas.
No queremos que seas un Grinch, pero si tienes muchos compromisos, tal vez puedes proponer un intercambio de regalos en la familia en vez de regalarle algo a cada uno. Busca una alternativa para gastar menos sin sentirte mal.
Reserva una parte de tu aguinaldo para enero
Cuando recibas una lana extra (aguinaldo, bonos, caja de ahorro), aparta una cantidad para los gastos de inicio de año.
Puede ser tentador gastarlo todo en diciembre, pero piensa en enero como otro mes que también merece parte de ese billullo. Un tip práctico es separar ese ahorro en cuanto te cae el aguinaldo. Usa los Cofres Bankaool para no caer en la tentación.
Échale coco a las compras a crédito
Las ofertas de fin de año a meses sin intereses pueden ser tus amigas o tus haters.
Planifica tus compras y haz solo las necesarias. Calcula de cuánto es tu capacidad de pago para que las mensualidades no te coman en el futuro.
También entiende que pedir un préstamo o crédito para darle batalla a la cuesta de enero podría solo alargar tus deudas por más tiempo. Mejor haz tu presupuesto desde diciembre.
Ajusta tus hábitos en enero
No se trata de restringirte, sino de ajustar el ritmo después del maratón decembrino. A principios de enero, elige planes más tranquis y baja la velocidad del gasto unos días. Esto te ayudará a recuperar liquidez y arrancar el año sin tanta presión financiera.

Gánale a la cuesta de enero
La cuesta de enero no es algo individual: es un patrón que surge de lo que vivimos como mexicanos. El cómo celebramos, cómo nos pagan y cómo se acomodan los gastos en estas fechas. Más que algo personal, actuamos así por nuestro contexto.
Pero un patrón también se puede romper y ahí está la verdadera batalla. Si sabemos cómo funciona podemos actuar distinto. No se trata de dejar de disfrutar diciembre, sino de gastar y divertimos con más claridad para que enero no nos dé una tunda financiera.
Aún hay tiempo para ajustar, planear y presupuestar. Cada pequeño movimiento cuenta en tu batalla financiera contra la cuesta de enero. Te deseamos felices fiestas y recuerda mantener tu mente en una meta clara:
Ganarle a la cuesta de enero porque presupuestaste y te anticipaste a ella.




